28 de abril de 2012

“He tenido un día terrible”.
Lo decimos todo el tiempo. Una pelea con el jefe, una enfermedad estomacal, tráfico…
Eso es lo que describimos como terrible, cuando nada terrible ha ocurrido.
Es decir ¿puedes imaginar? Estas son las cosas por las que pedimos…Una endodoncia, una auditoria de hacienda, cuando se nos cae el café encima.
 Cuando las cosas terribles de verdad suceden, empezamos a pedirle a un Dios en el que seguramente no creemos que traiga de vuelta los pequeños horrores y se lleve este.
 Parece curioso ahora, ¿no? La inundación en la cocina, la rama venenosa, la pelea que te deja temblando de la rabia....
¿Hubiera ayudado si supiéramos lo que venía? ¿Hubiéramos sabido que esos eran los mejores momentos de nuestras vidas?

1 comentario:

That girl dijo...

me gusta tu blog!, una entrada preciosa!
http://welcomeeveryonetomyworld.blogspot.com.es/
yo acabo de empezar, pasate y dejame alguna sugerencia y eso =)