“He tenido un día terrible”.
Lo
decimos todo el tiempo. Una pelea con el jefe, una enfermedad estomacal,
tráfico…
Eso es lo que describimos como terrible, cuando nada terrible ha
ocurrido.
Es decir ¿puedes imaginar? Estas son
las cosas por las que pedimos…Una endodoncia, una auditoria de hacienda, cuando
se nos cae el café encima.
Cuando las cosas terribles de verdad suceden,
empezamos a pedirle a un Dios en el que seguramente no creemos que traiga de vuelta los
pequeños horrores y se lleve este.
Parece curioso ahora, ¿no? La inundación en
la cocina, la rama venenosa, la pelea que te deja temblando de la rabia....
¿Hubiera ayudado si supiéramos lo que venía? ¿Hubiéramos sabido que esos eran
los mejores momentos de nuestras vidas?
1 comentario:
me gusta tu blog!, una entrada preciosa!
http://welcomeeveryonetomyworld.blogspot.com.es/
yo acabo de empezar, pasate y dejame alguna sugerencia y eso =)
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