D respiró profundamente como tratando de reunir el valor que necesitaba.
Bumbum bumbum.
Se oían los latidos de sus corazones, acelerados, anhelantes.
Y entonces, acortó la distancia que había entre ellos y la beso.
Un beso que era delicado y suave.
Un beso que sabia a su canción favorita, al azul de cielo y a chocolate a medianoche.
Un beso que por primera vez, sabía a amor.
L sonrió sin separar sus labios, pero no era felicidad lo que sentía.
Algo dentro de ella se rompió en mil pedazos, como si estuviese hecha de cristal.
Las lágrimas empezaron a resbalar por su mejilla, llegando a la barbilla para caer y perderse.
Rápidamente se alejó, tratando de controlar su respiración.
-No puedo hacer esto. Estoy rota. Siempre lo he sabido. Desde que era una niña he hecho todo al revés, haciendo daño a quienes debía amar y amando a los que me dañaban.
Nunca voy a ser un puzzle completo. Siempre van a haber piezas que faltan.
D le rozó la mejilla cuidadosamente, como si de verdad creyese que es de cristal y fuera a quebrarse en cualquier momento.
Sonrió.Y le miró a los ojos con intensidad.
+Te quiero. No importa si estás rota o dañada de algun modo.
Te quiero seas completa o incompleta.
¿Sabes por qué?
Porque yo soy la pieza que te falta.