3 de agosto de 2011

Perdonar y olvidar.
Eso es lo que dicen. Es un buen consejo, pero no es muy práctico. 
Cuando alguien nos hace daño queremos devolvérsela. 
Cuando alguien hace que nos equivoquemos, queremos tener razón. 
Sin el perdón, nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan. Y lo máximo que podemos esperar es que un día...
tengamos la suerte de poder olvidar.